miércoles, 28 de abril de 2010

De como empecé a fumar...

Como la mayoría de las cosas que se hacen en la vida, todo empieza por una tontería..y en mi caso las cosas no iban a ser diferentes...
En mi vano intento adolescente de ser como mis admiradas malas del cine negro, yo practicaba delante del espejo la manera más elegante de sujetar el cigarro mientras entornaba los ojos, intentando emular esas caida de pestañas que Lauren Bacall dominaba tan bien, y que hizo que Humprey Bogart, a pesar de la diferencia de edad y de experiencia, cayese rendido a sus pies..
Me fascinaban esas manos huesudas, que abrían las elegantes cigarreras de plata, y que, acto seguido y después de echar unas pocas caladas, de manera nerviosa lo apagaban...dando por concluido el encuentro,que con el sujeto de turno estuvieran teniendo.Y es que hay algo que se repite tanto en la películas de cine negro como en la vida real, y es que a los hombres les gustan las mujeres que dominan, que no se dejan impresionar..las mujeres cuyos ojos prometen..lo que no están dispuestas a mostrar..

Me parecían tan fuertes, tan vibrantes y poderosas, que asocié el fumar , con un equivocado acto de distinción y elegancia...
A lo tonto a lo tonto..estuve fumando unos 6 años...hasta que me di cuenta, de que por mucho que ensayara...jamás lograría el perturbardor efecto que la Bacall..
Eso , unido a que realmente fumar es asqueroso..hizo que me decidiera a dejarlo y dicho y hecho.. , lo dejé... como todo lo que no me gusta en la vida, lo dejé de la noche a la mañana...
Tengo que añadir que no me hace falta fumar para provocar según que efectos en según que clase de sujetos...pero esa es otra historia que os contaré ..¿quizás mañana?

1 comentario:

  1. Comprenderás que me pegue más aspirar un poquito de rapé, cosas de aristócratas. Percy.

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