Hoy he tenido una charla con un muy buen amigo, por no decir el mejor.., y en ella me recordaba que una de mis virtudes era la sinceridad.., no podría estar menos de acuerdo.., la sinceridad no es ninguna virtud en si misma, es un castigo que nos autoimponemos determinadas personas, a las cuales nos cuesta mucho trabajo mentir, lo cual no quita para que lo hagamos de todas formas..
A mi no me gusta mentir.., sobre todo en cosas importantes..., siento que , de algún modo la persona objeto de la mentira, tarde o temprano lo adivinará.., se me notará en la cara..., en mis ojos...no se..en algo se me notará... y por eso , más pronto que tarde, tiendo a decir la verdad...
Pero yo no quiero saber la verdad, esa es mi paradoja..., yo la voy diciendo a todo aquel que quiera escucharme y sin embargo, cierro mis ojos y mis oídos a mis propias verdades...
Mi amigo , me dice, y no sin razón, que en realidad no es que quiera que me mientan, es que deseo con todas mis fuerzas que las mentiras se hagan realidad...y eso, como todo el mundo sabe, no suele ocurrir de forma habitual.
Por eso mientras me mienten, mi mente se cree que es verdad...y hasta la siguiente mentira...mi corazón se pone a volar... no quiero , me niego en redondo...no quiero que nadie nadie me diga LA VERDAD...
hay mentiras muy bonitas
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