martes, 4 de mayo de 2010

Mi gran pasión....

Mi gran pasión no son los coches, ni las motos, tampoco las joyas , ni los tratamientos de belleza caros..., tampoco me gasto mucho en ropa ni en accesorios extraños..., lo que más me gusta en el mundo es tumbarme en la cama, o sentarme en mi orejero frente a la terraza, y leer...leer toda la tarde..., dejar que pasen las horas absorta...., inmovil.., soltando de vez en cuando un suspiro, una risa o una lágrima..dependiendo de lo que trate el libro, y  de como lo absorba mi alma...
Esta afición me viene de muy pequeñita,  porque según dice mi abuela (y ya sabemos que las abuelas no mienten..apenas) cuando aún no sabía leer, miraba los cuentos y me inventaba lo que ponía.., incluso recuerdo  que mi historia inventada, solía ser mucho más interesante que la realmente plasmada..
Cuando tenía  7 años, se mudó un niño al portal de enfrente de mi casa, el pobrecito era hijo único y asmático perdido, con un padre fumador y algo alcohólico que, enfundado en su batín marrón , pasaba las tardes ignorando totalmente a su único hijo,  sentado con la mirada perdida frente  al televisor, que dicho sea de paso era en blanco y negro y a mi, que sólo conocí color, no me gustaba nada.
Como mi amiguito se pasaba dias enteros en la cama, su madre le regalaba multitud de cuentos, tebeos y demás joyas , para mi literarias, y  como en mi casa no había mucha afición, yo cada vez que iba a la suya, para desesperación del niño, me pasaba las tardes leyendo, quieta, sentada...
Al final optó por esconderme los libros, para ver si así me animaba a jugar con él..., y durante un tiempo lo hice, hasta que su madre empezó a decirme (bien pequeñita, os lo juro) que yo iba a ser su nuerita , y que la iba a cuidar cuando fuera viejita...,  y a mi , que quereis que os diga, ya que todo me lo dijera en diminutivo, me tenía bastante escamada , pero además  la perspectiva de cuidar a nadie, y mucho menos de casarme con aquel niño rechoncho y  rarito...me daba cuanto menos pavor..asi que empecé a espaciar mis visitas hasta que un buen día nos mudamos... y gracias a dios...no tuve que inventarme más excusas para no ir a su casa.
Luego empecé a ir a la biblioteca yo solita, y ahí si que me volví loca..., iba todos los días.., me pasaba las horas allí sentada, hojeando, mirando y admirando..., tenía una afición tremenda a los libros del pequeño vampiro, de Angela Sommer,  y como ya me había leido la colección entera, me pasaba semanas esperando a que trajesen uno nuevo...., pero la biblioteca no era como un supermercado, no reponían libros tan a menudo como yo pensaba...
Y luego apareció este, mi libro favorito donde los haya..., me pasaba horas y horas examinándo sus anotaciones, sus ilustraciones..todo en él me gustaba..., tanto es así, que a mis 35 añitos..., me lo he comprado...y no dejo a mis hijos que se acerquen ni a un metro de distancia..., esperaré a que sean más mayores, para leerles, contarles y enseñarles... aquellos hermosos recuerdos de mi infancia.

1 comentario:

  1. que casualidad uno de mis cuentos favoritos.es una locura

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