Siempre he pensado que soy un poco contradictoria...sobre todo conmigo misma, pero en estos momentos tan difíciles que estoy pasando, continuamente me lo estoy demostrando .
Hoy mientras lloraba mares por el amor perdido, me aferraba intensamente al abrazo protector de quien ya no va a protegerme nunca más.., en medio de ese instante infinito, sentí que sólo con que él lo hubiera deseado, yo habría sido suya de nuevo, y sin embargo no es lo que quiero, y afortunadamente, y dada mi debilidad patente, él no demostró deseo alguno de recuperarme, el instante pasó y la realidad se hizo presente.
Me doy cuenta de mis defectos , que son más que mis virtudes, y uno de ellos es la necesidad de sentirme protegida y amparada, eso me ha llevado a tomar decisiones equivocadas en la vida, que ahora me están pasando factura, no obstante quiero, pretendo, intento aprender de los errores, deseo labrarme un futuro sin príncipes salvadores , quiero sentirme segura en soledad, pero en el fondo sé que no es verdad..., no soy fuerte, y no soy valiente , pese a que la gente lo piense.
Ahora bien, en este mundo de equilibrios inestables, todo mi dolor y toda mi desolación se ven continuamente compensadas con el amor incondicional que recibo día a día de personas, que a priori, no deberían estar afectadas... y sin embargo son todos los que están y están todos los que son.
Desde aquí os quiero dar las gracias, sobre todo a dos perfectos caballeros y una encantadora dama.
Con título de Sir, ¿qué esperabas? sino un caballero. Gracias, por nada. Sir Percy Blakeney.
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