Sólo los que madrugan o los que se acuestan tarde, tienen el privilegio de ver despertar a la ciudad..., en esos momentos en los cuales el día y la noche se funden en un abrazo y tímidamente comienzan los sónidos de la vida cotidiana, yo me quedo inmovil, anhelante...
De mis anhelos, poca gente sabe...pero en el mutismo que envuelve el amanecer..yo le hablo de ellos a mi padre, es el único que realmente conoce que es lo que quiere mi corazón, y porqué se pelea con la razón...
Ya se que es un comportamiento pueril, pero me gusta pensar que está a mi lado, que me cuida como un angel , y que sufre con mis desmayos..
Sea como fuere , en su compañía disfruto de la quietud y el silencio ruidoso del comenzar de la jornada..., juntos observamos como poco a poco se encienden las luces, se suben las persianas..
Pero lo que más nos gusta, es ver como la ciudad se levanta, lentamente se despereza y se quita esa bufanda de niebla ,que le abriga la garganta...
Ya sabeis que no estoy muy cuerda, pero a mi padre, le hago mucha gracia...
muy bonito todo.te entiendo perfectamente
ResponderEliminarte entiendo.muy bonitos tus sentimientos
ResponderEliminarDios bendiga los comportamientos pueriles. Y que tengamos muchos, será la mejor señal. Percy.
ResponderEliminar