Del por qué de mi persona...

 
Hoy voy a hablaros de donde vengo, y por qué soy como soy.., empezaré relatando un par de anécdotas de mi abuelo paterno y de mi abuela materna..

Mi abuelo paterno, era el menor de 11 hermanos, que vivió  toda la vida con su madre, hasta que a la muerte de ésta, pensó que con 41 años..ya le había llegado la hora de casarse..., como no era especialmente guapo, le prepararon la boda, con una niña de 17 años, a la cual, le quitaron los calcetines cortos , el día antes del contrato. Mi abuelo fue un vago toda su vida, desde el mismo instante en que con 18 años se cayó de un carro, y habiéndose perforado el pulmón, el médico le aconsejó que no hiciera esfuerzos (imagino que durante la convalecencia), y él , se lo tomó tan en serio que no la volvió a hincar en su vida... pero era un tipo muy despierto, se las arregló toda la vida para ir tirando, malviviendo , la mayoría de las veces , de prestado.
Mis recuerdos de pequeña, era que cuando bajaba al portal para ir al colegio, me encontraba a este señor con su maleta, haciéndo tiempo para ver como picaba al timbre, y se les colaba a mis padres en casa..., yo siempre que le veía, llamaba a mi madre y decía... Güelito está abajo! y a mi madre se le mudaba la cara..., imaginaros el panorama, mi madre con 25 años, una marido y dos hijos...en una casa minúscula y oscura, y de repente se le metía en casa un anciano, que para más inri, con ella no simpatizaba.
Después de pasar 2 meses o así, como tenía ese caracter gitano, el hombre buscaba cualquier pretexto, se enfadaba con mi padre, y dando voces de que jamás volvería a esa casa.., se marchaba..
A pesar del penoso espectáculo, salvo mi padre, el resto de la familia respiraba aliviada, mi hermano ya no tenía que compartir la habitación con él, mi madre pensaba en el trabajo que se ahorraba.., a mi como no me gustaba mucho, tambien me alegraba..., pero mi padre sufría..., pobrecito mío..algunas veces hasta lloraba, de las barbaridades que ese sinvergüenza que había tenido por padre, le soltaba.
Pasaban otros 3 meses, y otra vez se repetía la misma escena, bajábamos mi hermano y yo..y él no nos reconocía.., yo creo que tampoco nos miraba mucho la verdad, le saludábamos con indiferencia,  salvo mi hermano  que el infelíz sudaba..pensando en otra temporada más sin habitación. y otra vez  a volver arriba a dar la buena nueva, y ver a mi madre, y la cara que se le quedaba..
Este buen o mal hombre, tuvo la fortuna de morirse a los 94 años, 25 años más tarde que su  hijo, vivió atendido por mi madre, la cual no tenía obligación alguna , pero el amor que sentía por su marido muerto le pesaba más, que el asco que sentíamos todos por un ser tan egoista, que el día que murió mi padre, sólamente lloraba..pensando en que iba a ser de él, ahora que su único hijo faltaba...
Por cierto de herencia nos dejó un nicho..., porque en vida, el cura correspondiente no le permitió venderlo..., pero cuando lo heredamos nosotros, había otro cura nuevo, que nos dijo que hiciésemos lo que nos diese la gana.., lo vendimos, nos pagaron 400 €, y acto seguido..mi escasa familia y yo..nos fuimos a comernos una mariscada.... A TU SALÚD ABUELO!

Mañana os cuento de mi abuela materna, que ésta todavía vive y es...de traca....